No deja de tener cierta ironía que el premio Nobel de química de 2020 –nombrado así por Alfred Nobel, el inventor de la dinamita y una de las mayores fábricas de armas del globo- se le haya otorgado a las investigadoras que encontraron una forma de ingeniería genética -CRISPR-Cas9- cuyas aplicaciones podrían causar un efecto tan explosivo en la naturaleza y la gente que hasta se le ha llamado bomba genética.
CRISPR en sí no es una invención, es una forma natural de las bacterias para reconocer virus. Las galardonadas J. Doudna y E. Charpentier, publicaron en 2012 la forma de replicar esa construcción sintéticamente y agregarle un sistema asociado (Cas9) que permite reconocer un sitio específico en los organismos donde se introduce y allí cortar las hebras del ADN. De esa forma se pueden silenciar genes o introducir nuevo material genético, o sea hacer transgénicos.
Parecía ser una…
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No es raro que el gobierno, como asesinos que son, ya lo demostraron con el exterminio de ancianos, imponga ¡¡¡ el uso de las mascarillas sabiendo que son altamente dañinas para la salud !!!
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Monsanto y las vacunas transgénicas, todo un criminal de la nueva esclavitud
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PERRO PEDÓFILA ASESINA
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